viernes, 6 de mayo de 2016

ME CAGO EN TUS MUERTOS !!!

Al final ha sucedido: después de odiarlo profundamente, tirarlo contra la pared con toda la mala leche posible y cagarme en todo el árbol genealógico de los programadores una y mil veces... Demon's Souls me ha conquistado. Y es que tiene una ambientación increíble, un sistema de lucha que te reta contínuamente y unos enemigos expeditivos que te obligan a estar alerta en todo momento y no confiarte en ninguna batalla, por muy enclenque que sea tu rival.

¿Por qué, entonces, lo abandoné durante tanto tiempo en la estantería a merced del polvo? Pues porque es extremadamente difícil. Ya no por el juego en sí -que también-, sino por decisiones de diseño que te obligan a llevar encima la mochila de tus errores pasados: no se contenta con obligarte a empezar desde el principio del nivel la mayoría de las veces cuando mueres, sino que encima no te repone las hierbas curativas que hayas gastado, te roba todas tus almas -lo que representa el "dinero" en el juego, digamos- y las deja en el lugar de tu muerte, retándote a volver a llegar hasta ese mismo lugar y tocar la mancha de sangre para recuperarlas -teniendo mucho cuidado de no morir por el camino ya que si no las perderías de forma definitiva. Además, el juego guarda de forma automática y no nos permite hacerlo de forma manual en ningún momento y... y... y...

Bueno, creo que la mayoría ya sabéis todas las putaditas que nos hace este grandísimo juego; si no es así, buscaros un análisis de él en la red, que yo estoy aquí para hablar de otra cosa: quiero hablar de la muerte misma. Y es que analizando por qué me resultaba tan irritante morir una y mil veces a manos de caídas fortuitas, espadazos salvajes, hechizos traicioneros, trampas ocultas, dentelladas sádicas... me di cuenta de que era porque me hacía perder el tiempo. Y el tiempo es vida, amig@s. Vida REAL.

Cada vez que tenía que empezar la partida por enésima vez 15 minutos atrás de donde me habían matado, repitiendo al milímetro los mismos movimientos, matando a los mismos enemigos, viviendo las mismas experiencias, etc, me daba cuenta de que esa última flecha que había atravesado mi cráneo en el juego, esa flecha formada por píxeles inofensivos fuera de la pantalla, le había restado a mi vida real 15 putos y REALES minutos. Cada sesión de juego en el maldito Demon's Souls era como un macabro "Día de la Marmota" que me hacía perder mi tiempo vital como si estuviera dándome de cabezazos contra una pared. Me imaginaba mi vida terrenal como una gigantesca barra roja sobre mi cabeza, una barra de 20, 30, 40 o 50 años, a la que a cada partida fallida se le restaban esos jodidos 15 minutos de tiempo fugaz y mal invertido. Y no cesaba en el empeño, porque quería "disfrutar" de las nuevas sorpresas que me ofrecería el juego en niveles más avanzados.

Pero por suerte, de esto - como de tantas otras cosas y comportamientos estúpidos - también me estoy quitando, y estoy aprendiendo a disfrutar del viaje sin obsesionarme en llegar al destino ni en lo que éste nos deparará. Igualito que en la vida real. A fin de cuentas, los jugones veteranos como yo, de canijos, nos pasábamos horas y horas jugando a comecocos varios y otras lindezas, donde repetías los mismos patrones una y mil veces por el simple "placer" de ir sumando puntos y lograr el récord de la máquina. Y recuerdo perfectamente que ninguno creíamos perder el tiempo.

Quizás sea que me estoy haciendo mayor y tiendo a valorar mucho más mi tiempo, consciente de que cada vez es más escaso y que no sabemos cuándo aparecerá ese dragón homicida al doblar una esquina y nos freirá los huevos, sin escudo ignífugo que valga ni anillo anti-magia que nos proteja. Eso sí: aquí, en el mundo REAL, no habrá vuelta atrás al principio del nivel, sólo un "Game Over" lacónico y tajante. Y es que si en verdad alguien o algo nos ha creado en este mundo para jugar nuestra partida en este juego llamado vida, aún es más cabrón que los programadores de este juego :-P

P.D. Y luego, cuando termine este juego, me esperan los tres Dark Souls para continuar muriendo y cabreándome como un basilisco. Cómo somos :-P

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